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El proyecto Eyesport del IBV combina el análisis de imágenes y la inteligencia artificial para hacer la práctica deportiva más eficiente y saludable

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El trabajo del Instituto de Biomecánica (IBV), orientado a la mejora de las condiciones de los deportistas en materia de salud y rendimiento, se ha plasmado a través del proyecto Eyesport. Se trata de una combinación de tecnologías de análisis de imágenes e inteligencia artificial (IA) para obtener mejoras en productos y servicios que permitan una práctica deportiva más eficiente y saludable. 

Este proyecto se ha desarrollado con la cooperación del CAR del Circuit Ricardo Tormo, L’Alquería del Bàsket, Neogym, Cespeval y Realturf, así como la Fundación Deportiva Municipal de València, el Ayuntamiento de Castellón y la Universitat Politécnica de València a través de su Servicio de Deportes. Y, además, ha contado con la financiación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y los fondos FEDER.

El IBV, con Eyesport, ha realizado dos líneas de investigación. La primera, se ha centrado en el desarrollo de tecnologías de valoración del deportista para la mejora de su eficiencia deportiva, forma física y salud.  La segunda, en el estudio sobre la mejora de la interacción con las superficies deportivas. 

En palabras del director de innovación en Deporte del IBV, Enrique Alcántara, “el objetivo es poder proveer a empresas y entidades de herramientas que les permitan llevar a cabo un seguimiento de sus deportistas o clientes, desde cómo evoluciona su estado físico, la evaluación de riesgos para su salud o cómo están ejecutando ciertos ejercicios, entre otros”.

En la primera línea de trabajo se han llevado a cabo distintos estudios de viabilidad de aplicación de IA y análisis de imágenes en diferentes deportes. Junto a la Fundación Valencia Básquet, a través de L’Alquería del Básket (LAB), se ha empleado una técnica desarrollada por el IBV para la evaluación de la rodilla de los jugadores para detectar problemas funcionales y evitar lesiones.

Asimismo, de la mano de Neogym se han empleado dos tecnologías: el escaneado 3D portátil del cuerpo y el empleo de herramientas de análisis de movimientos. De este modo, se ha reconstruido en 3D el cuerpo de los usuarios de esta cadena de gimnasios con un proceso tan sencillo como la toma de dos fotos con el móvil. Así se obtienen las medidas antropométricas clave con la misma fiabilidad que las técnicas tradicionales de medición corporal.

También se están llevando a cabo diferentes pruebas para poder emplear vídeos grabados con el teléfono móvil para monitorizar la realización de diferentes ejercicios de entrenamiento. La tecnología utilizada aquí permite “detectar puntos corporales en el vídeo y seguir su movimiento, de manera que se pueden evaluar aspectos importantes como la velocidad de ejecución de los ejercicios, entre otros”, añade Enrique Alcántara.

Finalmente, junto con el Centro de Alto Rendimiento del Circuit Ricardo Tormo se ha realizado una demostración de la combinación de escaneado 4D y termografía para la caracterización de ejercicios de entrenamiento típicos de deportes de motor. “En este caso, las tecnologías permiten detectar la activación de los diferentes grupos musculares durante el ejercicio, comprobando la correcta ejecución de los ejercicios”, concluye Alcántara.

Mejora de la interacción con las superficies deportivas

En la segunda línea de investigación, y gracias a la experiencia del IBV como laboratorio acreditado por la FIFA, con la colaboración de las empresas Cespeval y Realturf, se está investigando sobre las mejoras de las condiciones de superficies de césped artificial. En concreto, se está trabajando en el desarrollo de un sistema de evaluación del estado del césped artificial a partir de fotos tomadas en el campo.

Apoyado en sistemas de reconocimiento de imagen y de redes neuronales, se busca que este sistema automático sea capaz de identificar los principales defectos de la superficie y puntuar el estado de desgaste del campo de un modo portable, sencillo y rápido. Entidades como la Fundación Deportiva Municipal de València y el Ayuntamiento de Castellón han puesto a disposición del proyecto sus instalaciones para la realización de las pruebas.